El diácono recuerda e ilumina las obras de misericordia

El día de hoy, 14 de mayo, Mons. Josef Clemens, Secretario del Pontificio Consejo para los Laicos, ordenó diáconos a los padres Benjamin Errington (Reino Unido), Carlos Zanatta (México), Esteban Rodríguez (Argentina), Juan Andrés Lander (Venezuela), Lucio Boccacci (Argentina) y Michael O’Connor (Estados Unidos) en la capilla del Centro de estudios superiores de Roma. El Director general, P. Eduardo Robles-Gil, los presentó al obispo ordenante.

A la celebración eucarística asistió un gran número de sacerdotes legionarios y algunos sacerdotes diocesanos y religiosos, los hermanos de las comunidades de Roma, las consagradas del Regnum Christi y los laicos consagrados que viven en Roma, así como familiares y amigos de los nuevos diáconos, y algunos miembros del Regnum Christi de Italia.

En la homilía, Mons. Clemens usó la imagen del cuadro «las obras de misericordia corporales» del pintor italiano Caravaggio para resaltar que: «Podemos encontrar, en esta representación artística, un fuerte mensaje dirigido a ustedes que serán ordenados diáconos en este particular Año de la Misericordia. Ser decididos faros de misericordia y, al mismo tiempo, humildes operadores en su realización», dijo.

También comentó: «Queridos hermanos, la actitud de misericordia no es una exigencia teórica o abstracta, sino que se realiza de modo concreto y directo. Dios mismo vino al mundo en Jesucristo y apareció en su bondad y amor hacia todos los hombres. El documento de la Comisión Teológica Internacional (2003) presenta al diácono como el «icona vivens Christi servi in Ecclesia», es decir, el icono viviente de Cristo-Siervo en la Iglesia. Según esta visión, el diácono está llamado a reflejar, a hacer visible y a vivificar la diaconía de Cristo en el tiempo de la Iglesia. En este sentido está encendida la antorcha del diácono de Caravaggio a la llama del amor de Cristo, que es conjuntamente el Kyrios y el diákonos de todos nosotros».

Y finalmente dijo: «Pidamos en esta celebración que la Mater Misericordiae proteja y acompañe a nuestros nuevos diáconos en la obra de la «Diaconia misericordiae». Y no olvidemos que esta diaconía de la misericordia debe permanecer una dimensión esencial y constante también después del final del año jubilar y también después de vuestra ordenación sacerdotal. Mater Misericordiae, ora pro nobis. Amén».

Se puede leer la noticia completa y la homilía de Mons. Clemens aquí.