Regnum Christi Internacional

Oraciones por las necesidades de la familia

Oración de los esposos

Señor, Padre Santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para el otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de nosotros. Protégenos y concédenos que nuestro amor sea entrega y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Ilumínanos y fortalécenos en la tarea de la formación de nuestros hijos, para que sean auténticos cristianos y constructores esforzados de la ciudad terrena. Haz que vivamos juntos largo tiempo, en alegría y paz, para que nuestros corazones puedan elevar siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo, la alabanza y la acción de gracias. Amén.

Oración en el aniversario de matrimonio

Oh Dios, Señor del universo, que al principio creaste al hombre y a la mujer e instituiste el vínculo conyugal; bendice y confirma nuestro amor, para que expresemos siempre en nuestra vida el sacramento que celebramos en la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración por los hijos

Señor, ilumina la mente de nuestros hijos para que conozcan el camino que tú has querido para ellos, para que te puedan dar gloria y alcancen la salvación. Sostenlos con tu fuerza, para que alienten en su vida los ideales de tu Reino. Ilumínalos también a nosotros, sus padres, para que les ayudemos a reconocer su vocación cristiana y a realizarla generosamente, colaborando con tus inspiraciones interiores. Amén.

Oración de los hijos por sus padres

Oh Dios, que nos has mandado honrar padre y madre, escucha con benevolencia la oración que te dirigimos por ellos. Concédeles largos días de vida en la tierra, y consérvales la salud del cuerpo y del espíritu. Bendice sus fatigas y sus iniciativas. Recompénsales por todo lo que han hecho por mí. Inspírales el amor y la práctica de tu santa ley. Ayúdame a hacer todo lo que pueda por ellos. Y haz que después de haber gozado de su afecto en la tierra, tenga la alegría de vivir eternamente con ellos en el cielo. Amén.

Oración en la espera de un hijo

Oh Señor, Padre nuestro, te damos gracias por el don maravilloso con el cual nos haces partícipes de tu divina paternidad. En este tiempo de espera, te pedimos: protege este hijo nuestro, lleno aún de misterio, para que nazca sano a la luz del mundo y al nuevo nacimiento del bautismo. Madre de Dios, a tu corazón maternal confiamos nuestro hijo. Amén.

Oración por la vocación de los hijos

Señor, te pido por las vocaciones de mis hijos, que sea cual sea la que hayas determinado para cada uno de ellos, obtengan la gracia de descubrirla y aceptarla conforme a tu voluntad, y se entreguen, dócil y generosamente a ella, cumpliendo fielmente los deberes que la misma les imponga. Y si en tu infinita bondad quisieses llamarles a tu servicio, fórmame Señor, un corazón generoso y dispuesto que aprecie en su magnitud el don inigualable de la vocación sacerdotal y de la vida consagrada. Dame, Señor, la alegría y la humildad de reconocer y agradecer tan fecunda bendición. Amén.

Oración de los novios

En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que tú conoces y amas. Tú mismo me la has hecho encontrar y me la has presentado. Te doy gracias por este don que me llena de alegría profunda, me hace semejante a ti, que eres amor, y me hace comprender el valor de la vida que me has dado. Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto en mi corazón: enséñame que el amor es don y que no puede mezclarse con ningún egoísmo; que el amor es puro y que no puede quedar en ninguna bajeza; que el amor es fecundo y desde hoy debe producir un nuevo modo de vivir en los dos. Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí; por quien ha puesto en mí toda la confianza para su futuro; por quien camina a mi lado; haznos dignos el uno del otro; que seamos ayuda y modelo. Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio, a su grandeza, a su responsabilidad, a fin de que desde ahora nuestras almas dominen nuestros cuerpos y los conduzca en el amor. Amén.

Oración por los enfermos

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración por los que sufren

Oh Dios, refugio providente de los que sufren; escucha la oración que te dirigimos por ellos. Serena y conforta a los enfermos, a los ancianos y a los moribundos. Da a los que les cuidan sabiduría y paciencia, tacto y compasión. Inspírales los gestos que dan alivio, las palabras que iluminan y el amor que conforta. Te encomendamos los corazones desalentados, en rebeldía, desgarrados por la tentación, atormentados por la pasión, heridos o profanados por la maldad de los hombres. Pon dentro de nosotros, Señor, tu Espíritu de amor, de compasión, de sacrificio, para que llevemos ayuda eficaz a todos aquellos que encontramos en nuestro camino sufriendo. Ayúdanos a responder a su llamada: es la tuya. Amén.

Oración en las dificultades de la vida

Señor, haz que afrontemos con ánimo fuerte y sereno las dificultades, las obligaciones y las responsabilidades que tenemos y, consolados por ti, sepamos confortar a nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración para pedir la gracia de la buena muerte

Oh Dios, que nos has creado a imagen tuya y has entregado a tu Hijo a la muerte por nosotros, concédenos la gracia de vivir vigilando en oración, para que podamos salir sin pecado de este mundo y descansar con alegría en el regazo de tu misericordia. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración por un difunto

Señor, recuerda a tu hijo (hija) N, a quien llamaste de este mundo a tu presencia; concédele que, así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con Él la gloria de la resurrección, cuando Cristo haga surgir de la tierra a los muertos y transforme nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el tuyo. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

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