Desde la segunda semana de la cuarentena, iniciada en Manila el 23 de marzo, algunas familias del Everest Academy Manila y Familia Misionera de Manila han salido al encuentro de las personas más necesitadas en cuatro zonas urbanas (barangays).
Se trata de un sector de la población que literalmente gana su pan diario – arroz, más bien – y, como se han quedado ya tanto tiempo sin trabajo, ya no tienen dinero para comprar comida.
Hasta el 25 de abril, las familias del Colegio han donado 800 kg de pescado, 5750 kg de arroz, y 1000 bolsas de comida (3 kg de arroz, sardinas y carne en latas, huevos) y 400 máscaras y otros productos de primera necesidad.
El P. Luis Felipe Villalobos, LC, capellán de Everest International Academy, apoyó en la distribución de la comida que fue donada por muchas familias de la comunidad educativa del Everest.
Cuando se supo de la cuarantena, el presidente de Familia Misionera Manila, el Señor Edgar Gatchalian, comentó que sería una pena no hacer algo por los demás, ya que no habría misiones de evangelización por primera vez en nueve años en la localidad de Laguna (al sur de Manila), lugar donde él suele misionar junto con su familia. Pero una de las habitantes de Laguna, y colaboradora de Familia Misionera, llamó para pedir ayuda en forma de alimentos y fue entonces que los miembros de Familia Misionera se pusieron en acción.
Para ello, Anton y Mia Gonzalez, dos nuevos miembros asociados al RC, transformaron la entrada de su casa una o dos veces a la semana en línea de ensamblaje para centenares de paquetes de comida, contando con el apoyo de sus hijos y otras personas que trabajan con ellos para la gran tarea.
Ante todo, lo que se buscó es servir a los más necesitados con un mensaje de solidaridad y esperanza.
