Regnum Christi Internacional

Viernes 15 de octubre de 2021 – «Hipocresía: el peor enemigo del cristiano.»

hipocresía

H. Diego Suárez, LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, vengo a ponerme en tu presencia. Quiero escuchar tu voz, quiero tocarte, conocerte, amarte. Pero el ruido de mi corazón, de mis preocupaciones y problemas me distrae. Las pongo en tus manos, pues a veces soy débil para resolverlas. Jesús, creo en ti, pero aumenta mi fe. Jesús, te amo, pero aumenta mi amor por ti y déjame amarme por ti. Jesús, confío en ti, pero ayúdame a abandonarme en tus manos. Espíritu Santo, guíame, ilumíname y abre mi mente y mi corazón a la voluntad del Padre. Amén.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: “Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea.

A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones”.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

La hipocresía es el peor de los enemigos en la vida espiritual. La hipocresía no nos deja ser ni fríos ni calientes. La hipocresía nos mantiene en la mediocridad. La hipocresía es el resultado del miedo a no poder ser auténticos en nuestra fe, porque no ser rechazados por los demás. Hoy, Tú, Jesús, me previenes de tener miedo. El miedo que paraliza y no me deja aceptarte a ti completamente. El miedo al qué dirán los demás si me ven viviendo auténticamente mi fe. El miedo a ser rechazado por aquellos que no comprenden mi amistad contigo.

Dame la certeza de que, aunque los demás me rechacen por mi fe, tú nunca me abandonarás. Dame la fuerza para no caer en la tentación de agradar a los hombres en sus modas o ideologías anticristianas y romper nuestra mistad. Dame tu amor, para que no mendigue amor en las cosas que me separen de ti. Que recuerde que Tú, Jesús, me conoces y sabes lo que necesito para nunca separarme de ti. Que te ame de tal manera que luche contra el pecado y que mi falso respeto humano no me frene de mostrar a los demás tu amor.

Padre, que ante la tentación de agradar al mundo recuerde que Tú me has dado una identidad, un título, el más grande que nadie puede dar: hijo de Dios ¡Que no renuncie nunca a tu amor Paternal!

 

«Después del final habrá un juicio. Todos seremos juzgados, cada uno de nosotros será juzgado. Por eso nos hará bien pensar: Pero ¿cómo será ese día en el que estaré delante de Jesús, cuando el Señor me pedirá que le rinda cuentas de los talentos que me ha dado o de cómo ha estado mi corazón cuando ha caído la semilla? Recordando las parábolas del reino de Dios, ¿cómo he recibido la Palabra? ¿Con el corazón abierto? ¿La he hecho brotar por el bien de todos o a escondidas? Un examen de conciencia útil y justo porque todos seremos juzgados y cada uno se reencontrará delante de Jesús. No conocemos la fecha, pero sucederá». (S.S. Francisco, Homilía, 22 de noviembre de 2016).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Examinar:

¿Qué cosas, pecados, actividades, trabajos, deseos o incluso amistades o círculo de personas, me mantienen alejado de ti, Jesús?

Pedir:

Jesús, dame la fuerza para alejarme de lo que me aparte de ti. Permite experimentar tu amor para que pueda amarte más y poder dejar así todo lo que me aleje de tu amistad.

Recordar: “Obras son amores y no buenas razones”.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Toda la actualidad cada semana en LomásRC

Scroll al inicio