Andrés De la Torre Salazar, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, gracias por todo, por las luces y las sombras; por las bendiciones incluyendo esas bendiciones que a veces parecen sólo cruces. Gracias porque sé que nunca me abandonas, porque puedo hablar contigo, porque me hablas. Quiero escucharte, ayúdame a disponer mi corazón y que esté siempre listo para recibir tus palabras de vida eterna.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?”. Jesús les dijo: “¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Los discípulos de Juan se enojan porque los discípulos de Jesús no ayunan, pero Jesús les dice que ese no es un momento para ayunar, pues se encuentran con el novio. Jesús nos enseña a disfrutar de las alegrías de la vida: el tiempo con los amigos y la familia, un amanecer, las pequeñas y grandes dichas de cada día.
En lugar de estar buscando ayunos extraños debemos agradecer a Dios lo que nos llega, y ayunar aceptando las cruces de cada día, aceptando los problemas y dificultades de la vida ordinaria, ese es nuestro principal ayuno y esa es la escuela donde aprendemos a amar, en los ayunos ordinarios de la vida. Y, a partir de ahí, seguir caminando superando las contrariedades de la vida tomando firmemente la mano del Señor.
«Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él». (S.S. Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Jesús, ayúdame a ver que Tú estás siempre presente en mi vida, en los momentos de abundancia y en los momentos de ayuno. Ayúdame a ver los momentos difíciles como momentos contigo, momento para aprender a amar y para dejarme purificar.
Gracias Jesús, ya sabes cuánto te quiero.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a repasar, 10 minutos en la noche, todos los momentos en los que me quejé hoy, voy a ver cómo esas dificultades me ayudan a salir de mí mismo y me enseñan a amar, y le agradeceré a Dios por estos sacrificios que me permite tener.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
