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Mariana Ibañez

Nací el 28 de Octubre de 1971 en México en el seno de una familia Española, y en mi trayectoria de vida me tocó vivir también en Estados Unidos, así que … ciudadana del cielo! En mi familia somos pocos, pero muy unidos. Soy la pequeña de tres hermanos, con mucha diferencia entre ellos y yo. Muy pronto en mi vida papá se fue al cielo y desde allí empezó una nostalgia profunda de vida eterna y una especial cercanía de Jesús en mi sagrario interior. Mi madre fundó el primer colegio del Regnum Christi en EEUU y hasta la fecha, a sus casi 76 años, sigue colaborando en la formación humana y espiritual de los alumnos del Highlands…un gran ejemplo de entrega gratuita y amorosa.

Me consagré el 24 de Agosto de 1992, así que ¡acabo de cumplir las bodas de plata!

Estoy en la comunidad de Estoril y creo que si nos preguntaran a cada una en particular cómo nos describiríamos, todas coincidiríamos en una analogía de la que nos hemos adueñado: el “árbol frondoso.” Somos trece consagradas, de ocho países distintos y de cuatro décadas diferentes, elementos que ya por sí mismos nos ensanchan – y estira!- mucho el corazón. Pero además, nos hemos ido dando cuenta de que Dios nos ha regalado un don especial: el de la acogida. Las puertas de casa y del corazón, siempre están abiertas, y la idea es acoger -tal y como somos- para que quienes se acerquen se sientan “a gusto”… como aquella parábola del evangelio de la semilla de mostaza que “aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas”

Gracias a Dios, he tenido un recorrido apostólico muy variado y enriquecedor. Me tocaron los primeros años de la fundación de Europa del Este, sección de Reino en Roma, giras en la parte norte-centro de Estados Unidos, la fundación de la comunidad de consagradas de Michigan, acompañar los veranos de discernimiento vocacional durante diez años, ECYD en Estados Unidos y Colegios en Argentina y Chile, además de acompañar al consejo Territorial.

Espero poner mis pocos panes y peces y dejar que El haga el resto. Espero también poder ser parte de un diálogo transparente, orado, y honesto que busque percibir lo que Dios quiere para nosotros como Movimiento y como consagradas.

Les pediría que rezaran para que mantengamos el corazón vuelto a Dios, escucha atenta a su querer, una mirada amplia, limpia y con horizonte


I was born on October 28, 1971 in Mexico in the heart of a Spanish family, and in my apostolic experience I have also lived in the United States, so I guess I will be a citizen of heaven!  There are few in my family, but we are very united.  I am the youngest of three children with a lot of age difference between them and me.  Very soon in my life my dad went to heaven, and from that moment there began a deep nostalgia for eternal life and a special closeness to Jesus in my “inner tabernacle”. My mother founded the first Regnum Christi school in the United States and to date, at almost 76 years of age, she continues to help in the human and spiritual formation of the students at the Highlands School.  She is a great example of free and loving self-giving.

I was consecrated on August 24, 1992, so I just celebrated my silver wedding anniversary!

I am in the Estoril community in Santiago, Chile.  I think that if each one of us was asked how we would describe ourselves as a community, we would all agree on an analogy that we have made: the «leafy tree.» We are thirteen consecrated women, from eight different countries and four different decades, elements that by themselves fill and stretch our hearts!  But in addition, we have been realizing that God has given us a special gift: that of being welcoming. The doors of the house and of the heart are always open, and the idea is to welcome -as we are- so that those who come closer feel «at ease».  It is like the   parable in the gospel about the mustard seed that «although it is the smallest of the seeds, when it grows it is taller than all the plants; a shrub is made taller than the plants and the birds come to nest in its branches».

Thanks be to God, I have had a very varied and enriching apostolic experience. I was in the first years of the foundation in Eastern Europe.  I worked in the Regnum Christi section in Rome.  I have been on road teams in the north-central part of the United States.  I was part of the first community of consecrated women in Michigan.  For ten years, I accompanied girls in the summers during the vocational discernment program for the pre-candidacy.  I worked in ECYD in the United States and schools in Argentina and Chile.  I have also been a member of the territorial council in Chile.

I hope to give my few loaves and fishes in the assembly and let Him do the rest. I also hope to be part of a transparent, prayerful, and honest dialogue that seeks to perceive what God wants for us as a Movement and as consecrated women.

I would ask for prayers so that we keep our hearts turned to God, and listen attentively to His will, with a wide vision that is clean and has a horizon.


Para completar el proceso de adopción espiritual de este delegado sigue las siguientes instrucciones
  1. Ingresa tu nombre y correo electrónico
  2. Haz Clic en el botón “Adopta un delegado”
  3. Una vez que tengas asignado un delegado puedes tenerlo presente en tus oraciones diarias, ofrecer una decena del Rosario por él o ella, rezar la oración por los frutos del proceso de renovación pidiendo al Espíritu Santo que le ilumine, hacer sacrificios y obras de misericordia en su nombre.

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